miércoles, 7 de septiembre de 2011



Estoy sentado mirando el folio, tengo la mirada fija y penetrante, la mirada de un boxeador apunto de atacar a su contrincante, en mi caso, el folio. Jamas pensé que un trozo de papel pudiera sisignificar  tanto. Me siento abatido ante la inmensidad que representa. Tengo el poder de crear arte, el poder de unir palabra tras palabra y crear frases jamas exploradas por el confín del lenguaje.Con un sentimiento de afecto empuño el boli como el boxeador su guantes. Me deslizo sobre la celulosa con la sutileza y precisión de una bailarina de ballet sobre hielo. Mientras mi muñeca empieza a dibujar las primeras formas de arte, yo indago en mi interior, me exploro a mi mismo, pongo los sentimiento sobre la mesa y los traduzco en forma de escritura. Ahí va.

Joder ostia puta, quien coño me mandaría a mi a enamorarme...Yo era el típico machote que jamas entendió como una persona podía fliparlo tanto con otra. Sinceramente siempre creí que éstos eran una manada de pusilánimes y que algo iba mal en su cogote.Alguna especie de trabe mental, cuya única solución sería la de un psicólogo o algo por estilo.Ya lo sé, es triste, pero cierto, a lo que alego en mi defensa que era joven, muy joven. Pues siendo yo joven, muy joven de repente todo cambió de la noche a la mañana.Y como era de esperar apareció ella.

No puedo evitar emocionarme al recordarla y una vez más se me escapa una lagrima, y otra y otra,otra...El caso es que ella bajó del cielo y me hechizó con su mirada,desde entonces aun sigo bajo los efectos de ese poderoso encantamiento;el amor. Con la hermosura de afrodita y una belleza interior capaz de eclipsar al sol supo calarme hondo, tan hondo que me abrió los ojos de una manera espectacular.Como pude estar tan ciego durante tanto tiempo...Con su llegada la vida adquirió otro color....[Continuará]

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